Del Mediterráneo al Adriático

Felizmente hace un tiempo he comenzado a disfrutar inmensamente del mar.

Ahora vuelvo a andar entre el agua, que  por aquí es mas tranquila que en los Oceános en que suelo estar,  en Argentina o Chile.

Tomo un pullman de Roma a Pescara con mi mochila al hombro y feliz!!!.

Mi piel ha comenzado a broncearse.. que lindo el sol y el calor de Italia!!!

El viaje entre los Abruzzos es hermoso.
Lo que las Dolomitas tenían de espectacular cuando entré desde Alemania a Trento en el anterior viaje, los Abruzzos tienen de verde y calmo.

Son compañeros de viaje gente muy diversa: algunos italianos, varios africanos, y muchas mujeres de países del este, con niños y embarazadas. Indudablemente ellos están contribuyendo al crecimiento poblacional de este país.
 Escucho hablar en varias lenguas, y en pocas horas he atravesado la península y llego al Puerto de Pescara.
Mariana, una mujer rumana,   me espera en la Terminal y me aloja en su casa.
Aquí tengo la inigualable oportunidad de escuchar la historia de la gente que nació y vivió un país del este, su vida, sus historias durante el tiempo del comunismo.
Ahora ella ha adoptado un estilo italiano de vida, pero igual pruebo una grappa con amarella rumana, escucho la lengua, y comparto sus esfuerzos de madre sola, criando con alegría, pero sola,  dos hijas.
Compruebo que hay cuestiones desventajosas de la vida de las mujeres que son universales, así que la dejo con un fuerte abrazo de solidaridad de género.
Pero antes de seguir viaje disfrutamos juntas un día completo en el Adriático.

mojando mis rollitos en las tibias aguas del Adriático