En el autobús fui conversando con una chica de allí, que me sugirió alojarme en una "Casa Rural".
En este pueblo ya no hay Albergues de Peregrinos, pues el Camino ha quedado atrás. Tampoco hay hoteles, así que acepto su propuesta de acompañarme hasta esa casa, ubicada a unas cuantas cuadras de la parada.
Mary Cruz, la dueña es una mujer muy agradable, atenta, simpática. Después puedo ver que en realidad todas las personas del pueblo lo son.
Muchos son habitantes del verano, que viven en general en Bilbao u otra ciudad cercana, pero conservan la casa de la familia en este pueblo.
La casa perteneció a su abuela, fue construida hace mas de 150 años. Las paredes son de piedra, y las aberturas de una madera muy gruesa. Tiene dos plantas.
Que decir de los muebles, los adornos, las cortinas, los sillones, todo muy antiguo y muy bien conservado.
El pueblo está rodeado de viñedos y bodegas.
Tiene una iglesia católica increíblemente grande
y en verano se suelen ejecutar conciertos con su
órgano, que tiene varios siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario