lunes, 4 de julio de 2011

Villamayor de Monjardin

Como siempre, al acercarse un pueblo el camino comienza a subir, se pone pesado, hay piedras, y allá, al final... está el lugar que buscamos!!



Mi compañera de esta etapa tiene hambre, y en el único bar del pueblo ofrecen una paella con mariscos por 6 euros, acá hago negocio y disfruto de la riquísima paella.
La mesa es larga, y la compartimos con otros peregrinos: dos franceses que van en bicicleta, una chica coreana que ya habia visto antes, un alemán con el que dormí en puente la Reina, una española joven,  y las japonesas de la fuente de Lorca!!!
Que alegría volver a encontrarnos!!! A ellas no les gustó el albergue de los holandeses, el parroquial está cerrado este año porque necesita reparaciones, así que  se alojaron en una casa rural. La habitación para dos personas allí, con desayuno, les cuesta 45 euros, que pagan con gusto.
Me  despido de la polaca (que sigue viaje bajo el sol, con el alemán) con un abrazo fuerte y su promesa de ir a visitarme a la Patagonia y de quererse más a sí misma.
Con las japonesas nos veremos varias veces más, ya que el pueblo tiene 12 familias, un cura que viene desde otro vecino, y la comida se las venden comerciantes que los visitan cada dia: una vez el verdulero, otro dia el carnicero, otro el pescadero, etc. El panadero es el único que va todos los dias.
Esto y otras cosas del pueblo las supe por María una de las pocas mujeres del pueblo con quien converso mucho tiempo, en el banco de su casa, y de quien logro me regale unos botones.





Camino por las pocas calles del pueblo, disfruto los jardines con flores, las ventanas y balcones siempre tan coloridos.







Desde el pueblo se ve allí arriba de la colina el Castillo de San Esteban de Deyo, pero no la trepo para visitarla, prefiero tomar sol en la terraza del Albergue, conversar con una alemana y una húngara, y de a rato hacer de traductora de una vieja italiana, para que se puedan entender con la húngara. Mi nivel de ingles sigue superándose minuto a minuto, peregrino a peregrino.

Al atardecer participo de una Meditación guiada por los holandeses del Albergue, la música es genial, y paso un tiempo con mucha, mucha paz en medio de las colinas.

Después de dormir me levanto a las 5 y media, desayuno en el bar donde trabaja una mujer cordobesa, de Rio Cuarto!!! Cafe con leche, zumo de frutas, madalenas, sobados, pan, tostadas, mantequilla, dulce de fresas, yogurt. Todo por 5 euros, y a caminar!!!

Iglesia de San Andrés al amanecer de un día nublado

Así se ve la iglesia del pueblo, al irme  rumbo a Los Arcos. Parece que todos se han ido ya, así que busco con la linterna el cartel de salida y me largo.


3 comentarios:

  1. Mirta!!
    pase por acá a chusmear... muy lindas las imagenes, y te leo y me siento como si estuviera a la par tuya viendo todo lo lindo que estás pasando..!!
    un abrazo enorme, ahí te seguí para ir al tanto de todo y poder leer tus nuevas andanzas.. espero conocerte al regreso y compartir tus experiencias con nosotros.!

    Bless.!

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  2. ah disculpa, soy Natalia, con el perfil "natty dread" en el couch.. je

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  3. Hola !!! Si, todo es hermoso, igual es imposible describirlo tal como lo vivo. Además puedo decir que es mucho mas lindo que mi anterior viaje, de no creer... esto de andar con la mochila al hombro...! Ya les contaré más cuando vuelva

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