domingo, 10 de julio de 2011

Burgos

Burgos no estaba en mi plan de viaje, pero no tengo dudas a esta altura de mi vida: cuando no tengo algunas cosas claras, tomo las decisiones que haga falta.

Así que tomo el autobús en Logroño hasta Burgos, donde consigo un Couch de último momento.

Pude conocer un poco la ciudad por la noche. Estuve en el bar "Patillas",  un sitio muy antiguo (y bohemio diría yo), donde solo se puede tomar cervezas, pero siempre hay música en vivo.

Esa noche escuché al dueño del lugar ejecutar el laúd, y a un señor español, que nunca estuvo en Argentina, cantar un tango. Lo acompañé un poco, desafinando, como siempre...




Al otro día recorro un poco la ciudad: la enorme catedral, en una de cuyas capillas se estaba celebrando una boda. Hacía muchos años que no sentía tremendo olor a incienso!!!



El convento Santa Maria Real de las Huelgas




Y una vista panorámica de la ciudad (extendida a lo largo de varios kilómetros sobre las márgenes del río Arlanzón), desde el Castillo.



No tengo tiempo para buscar botones, el autobús a La Coruña sale al mediodía, y otra vez me trepo para ir a encontrarme con los verdaderos gallegos.

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